La Red de Albergues de Violencia Doméstica de Puerto Rico alertó nuevamente sobre la necesidad urgente de crear un espacio para la atención y el cuidado de sobrevivientes de violencia doméstica que requieren ser albergadas y han sido diagnosticadas con COVID-19.
La organización, que agrupa a los albergues de emergencia y de vivienda transitoria para mujeres y sus menores víctimas de violencia doméstica, presentó la propuesta el 25 de abril al Departamento de Salud y, posteriormente, a la Oficina de la Procuradora de las Mujeres y al Departamento de la Familia, según indicó en comunicado de prensa.
Durante la pandemia, los albergues integrantes de la Red han mantenidos sus servicios de protección y apoyo a sobrevivientes de violencia doméstica. La Red, además, desarrolló la Guía Uniforme para la Prevención y Atención de la Pandemia del COVID-19 en los Albergues de Violencia Doméstica de Puerto Rico, que comprende las medidas de prevención y mitigación de riesgos ante la pandemia.
La entidad destacó que enfrenta limitaciones para brindar servicios a sobrevivientes diagnosticadas con COVID-19, como la falta de recursos, espacios físicos para poder aislar efectivamente a la sobreviviente con COVID-19, falta de equipo médico y falta de personal especializado para la atención de personas diagnosticadas con COVID-19.
Al momento, los gastos de compra de equipo de protección y de desinfección en los albergues durante la pandemia han sido cubiertos por los recursos limitados de los albergues y por donaciones de personas particulares, de organizaciones no gubernamentales y de compañías comprometidas con el bienestar social.
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Múltiples reiteraciones y cero respuesta
La presidenta de la red, Vilmarie Rivera Sierra, detalló que la propuesta se ha presentado en, al menos cinco ocasiones a funcionarios y entidades gubernamentales. Seis meses han pasado sin que el Gobierno haya emitido respuesta.
El 6 de abril, se notificó en reunión del Task Force social de Fortaleza la necesidad de identificar un espacio que pudiera cubrir las necesidades médicas de sobrevivientes de violencia doméstica diagnosticadas con COVID-19. El 25 de abril, la presentación fue al secretario de Salud, identificando la misma red un espacio con el que cuenta uno de los albergues, desde donde se podría atender a sobrevivientes diagnosticadas con COVID-19.
“Para que pueda funcionar, se necesita una asignación de recursos por adelanto para cubrir gastos de equipo, materiales y personal especializado para cubrir las necesidades médicas de estas participantes y sus hijos/as”, expuso Rivera Sierra.
El 31 de julio, esta propuesta se discutió con la subprocuradora de las Mujeres, Madeline Bermúdez, en reunión que se sostuvo con la Red de Albergues, donde participaron representantes de todos los albergues de emergencia para sobrevivientes de violencia doméstica de Puerto Rico, detalló Rivera Sierra.
“Tan reciente como el 1 de septiembre se compartió la misma con personal del Departamento de la Familia. Nos urge una respuesta a esta propuesta”, sostuvo.
Responsabilidad ineludible del Gobierno
“Nuestra Guía Uniforme, que fue divulgada públicamente y compartida con diversas agencias estatales, establece que bajo ningún concepto se podrá imponer a un albergue que no cuente con la capacidad física, equipo y personal médico necesario, el permanecer con un posible caso positivo al COVID-19 o aceptar un caso positivo de COVID-19. Esto, porque reconocemos que los casos de COVID-19 deben recibir una
atención adecuada, que excede los recursos disponibles de los albergues, tomando en consideración que los albergues cuentan con espacios de convivencia común y no son centros médico-hospitalarios”, estableció la presidenta de la red.
Y es que aceptar o permanecer con un caso positivo de COVID- 19 podría representar un alto riesgo de contagio o desencadenar en una situación de emergencia médica para el resto de la población que convive en los albergues, sus empleadas y empleados. Esta situación se complica aún más, cuando a los albergues no se les ha garantizado acceso a pruebas diagnósticas de COVID-19 para las sobrevivientes, sus hijos e hijas, ni para el personal.
“Identificamos este problema y presentamos una solución al mismo. Esta solución garantizaría servicios médicos y de protección a sobrevivientes de violencia doméstica. Al día de hoy no hemos recibido ningún tipo de comunicación sobre la misma. Puerto Rico ha recibido millones de dólares para el manejo de la pandemia de COVID-19. Nosotras queremos que se garantice que las víctimas y sobrevivientes de violencia doméstica diagnosticadas con COVID-19 cuenten con un espacio que tenga todos los recursos necesarios para atender sus necesidades médicas y de protección. Es por esto que insistimos sobre esta propuesta. Instamos a las agencias a las que hemos presentado esta propuesta a que la revisen y faciliten que, en efecto, se concretice que el país cuente con un espacio que pueda atender estas necesidades”, urgió Rivera Sierra.
Si tú o alguna persona conocida está en situación de violencia, llama a la Línea de ayuda 787-489-0022. Mira más recursos de ayuda aquí.