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Natalia Meléndez va de frente contra las machoexplicaciones

Natalia Meléndez

A sus 7 años, escogió un deporte para “niños”, y conoció las palabras “machúa” y “cafre”. Cuando era una adolescente, enfrentó prejuicios por tener dos madres y salirse de la estructura de la familia tradicional. 

Con una beca, entró a un colegio en Guaynabo, pero solo duró dos días cuando sus compañeros se enteraron de que provenía del residencial Vista Hermosa. En la cancha de baloncesto, tenía que bloquear los insultos de los fanáticos y, en su primer trabajo como comentarista de deportes, los hombres empezaron a explicarle cosas y a decirle cómo luciría “más profesional”. 

Desde temprana edad, la analista de deportes y exbaloncelista profesional Natalia Meléndez encaró violencias machistas y discrimen por razón de clase. Contó que, en el trascurso de los años, se encerró en un caparazón para seguir hacia adelante con su ruta ascendente como atleta. 

Pero ese caparazón reventó. La astilla que lo quebró fue la falta de respeto por parte del comentarista Héctor José Torres Donato “Deplaymaker” en el programa digital Head2Head. 

El pasado jueves, en la noche, se viralizó un fragmento de un episodio que publicó oficialmente el 27 de agosto. El vídeo había sido retirado de la plataforma por una solicitud de Meléndez, quien se sintió humillada y triste por cómo “Deplaymaker” no dejaba que ella expresara su punto de vista con sus constantes interrupciones, con tono de voz alto,  y cómo intentaba explicarle las dinámicas en un salón de clase. 

En la transmisión, según él,  los maestros tienen una gran responsabilidad en referir a los estudiantes para que sean medicados. Él intentaba explicarle a quien fue, por 12 años, maestra de ciencias y matemáticas y quien sostuvo un centro de estudios supervisados. El punto que Meléndez intentó plantear por casi 14 minutos era que su enunciado era una generalización injusta con los educadores. El vídeo se había retirado, pero “se filtró” en las redes. 

El fragmento del programa que circuló en redes contenía el cintillo con la pregunta ¿Qué rol deben tener los deportes y atletas en temas sociales? Pero estaban hablando de la medicación de los estudiantes. 

Las siguientes frases las pronunció, en voz alta, el también conductor de La garata de La Mega: “Tú tratas de aclarar algo que no dejas claro”, “estás hablando de una perspectiva que es así de pequeña porque es tuya; yo te estoy hablando de un problema más grande”, “coño, si tú no lo entiendes, eres parte del problema”, “hay una ignorancia de tu parte”, “esto está documentado y tú no tienes la información” y “es cuestión de leer”. En todo momento, el comentarista invalidó las expresiones de Meléndez. 

“Mi preocupación fue que había dicho varias palabras malas, pero, al pasar los días, no podía ver el vídeo porque me causaba una sensación horrible, pero tuve que verlo para enfrentar qué pasó allí, realmente, y por qué había actuado de esa manera. Por qué me había sentido humillada, triste,  una mezcla de emociones. Eso que pasó fue una situación muy fea. Tengo 12 años de carrera, he trabajado en los escenarios más complicados del mundo, y con gente todas partes. Nunca me había pasado”, reaccionó quien tuvo la oportunidad de representar a su país como parte de la Selección Nacional de Baloncesto Femenino. 

“Cuando uno está en el mundo del deporte, recibe muchas microagresiones. Realmente, de los fanáticos que dicen: ‘No soporto escuchar la voz de una mujer, no soporto que una mujer me diga lo que tengo que hacer con el baloncesto, por qué no la sacan’. Eso pasa tras bastidores en mis redes y en la cancha. Esto sucedió en vivo y ante la presencia de miles de personas y se fue viral. Fue desagradable. Fue feo. Me ha puesto a reflexionar porque está normalizado, y esto tiene que parar. Esto no puede seguir ocurriendo. Sé que vienen muchas por ahí que no tienen por qué aguantar este tipo de situación”, agregó quien reveló que el apoyo de mujeres jóvenes en las redes sociales la convencieron de que tomó el camino correcto al cancelar su participación en el programa, al que se unió el pasado noviembre. 

La exjugadora compartió con Todas que el incidente le provocó un ataque de ansiedad e, incluso, tuvo que consultar a su cardiólogo para una revisión.

“Nunca en mi vida había tenido este daño emocional que me hizo esta situación. Fue intensa”, dijo para quien las disculpas del conductor llegaron tarde.  

El sábado, “Deplaymaker” publicó un vídeo con un tono muy distinto a un comunicado de prensa que circuló el domingo. En el vídeo, sugirió que la analista “no crece” porque le tiene miedo a la crítica y al público. En el comunicado de prensa, “pide perdón”, pero justificó sus acciones con que “arrastra mucho de su pasado”, al referirse a experiencias como estudiante. También, se identificó como “controversial”. No es la primera vez que el comentarista utiliza el mismo tono con una profesional de los deportes, pues, en el 2014, la presidenta del Comité Olímpico de Puerto Rico, Sara Rosario, se retiró incómoda en una entrevista en La garata. 

Ellos no estaban solos en la trasmisión de Head2Head. Los acompañó el excanastero Antonio “Puruco” Latimer, quien grabó un vídeo en el que quiso establecer que era “promujer”, porque tiene mujeres en su familia. No hizo nada para controlar la situación en vivo. “A lo mejor es una falta de respeto, para ustedes, no dejarla hablar. Ambos se salieron de control”, dijo él, intentando igualar la conducta machista de Deplaymaker con los intentos de la analista de establecer su punto y, luego, de defenderse. 

Natalia Meléndez estaba clara de qué estaba sucediendo en ese momento: machoexplicación (mansplaining). La definición del término en el Diccionario Oxford es la siguiente: “Dícese de la actitud (de un hombre) que explica (algo) a alguien, normalmente a una mujer, de un modo considerado, condescendiente o paternalista”. La palabra original en inglés fue publicada por primera vez en 2008, por la periodista e historiadora estadounidense Rebecca Solnit, en el ensayo Los hombres me explican cosas. Solnit, quien luego publicó un libro con el mismo nombre, establece que este concepto recoge la idea de una acción en la que se obvian los conocimientos, la inteligencia y la familiaridad que la mujer posee respecto a un asunto, infantilizándola. La motivó una experiencia que tuvo cuando un hombre intentaba explicarle el libro que ella misma había escrito.

“Esta situación ha sido un bofetón de tantas cosas. Me he pasado leyendo, hace tres días, desde la violencia machista, el mansplaining. Necesito educarme más y tener las palabras correctas para ayudar a la gente. No nos tenemos que quedar calladas y hay un ejército de gente detrás apoyando las cosas que están bien. Cuando de repente tienes todo este apoyo y solidaridad, uno se da cuenta que tengo que unirme a esto. Tengo que ser más proactiva con las mujeres, con lo que ocurre en el deporte. Tengo que ser más vocal y estar frente a una cámara no puede definir mis posturas”, puntualizó 

“Me he aguantando tanto y he sido tan propia para no entrar en controversias. Tengo que utilizar mi voz. A mí, me bajaron la cortina, y el que esté frente a una cámara o un micrófono no puede cambiar mis posturas y lo que siento”, reiteró. 

Acerca de experiencias anteriores, aunque aseguró que ninguna como el incidente con el conductor de La garata, recordó su primera intervención como comentarista hace 11 años, cuando supo que seguiría enfrentando expresiones machistas. 

“Como comentarista en Mayagüez, una persona me dijo: ‘Te voy a dar un consejo para que te veas más profesional. Usa un blazer y falda. También, me han dicho que tenía que modular mi voz para no escucharme tan femenina. Cuando mi esposo (el exjugador profesional Alex Galindo) jugaba, hubo un movimiento para sacarme de las transmisiones porque no se veía bien. Uno empieza a normalizar este tipo de cosas, pero basta”, mencionó.   

Lamentó no haber tenido las herramientas para combatir prejuicios y violencias machistas que enfrentó, por lo que está convencida en que se debe apostar por la integración de un currículo con perspectiva de género en las escuelas, y, sobre todo, en las clases de deportes. 

“Todavía me da rabia no haber tenido las herramientas. Me ponía el caparazón y seguía. Por eso, es importante hablar de esta situación”, dijo la comentarista deportiva para el BSN y FIBA Internacional, al acentuar que aprovechará el arraigo con el público para conversar y combatir la violencia machista. 

Conversó, además, sobre la importancia de la representatividad de mujeres en el espacio deportivo.

“Este es nuestro espacio y nos pertenece… El conocimiento ni el deporte tienen género”, señaló al instar a la integración de más mujeres en puestos de árbitras, manejadoras de equipo y narradoras. Sus referencias de mujeres en los deportes son Lyssette Santiago, Natasha Escanellas, Sara Ríos y Sara Rosario. 

No obstante, aclaró que esas puertas para mujeres en los deportes tienen que contar con un entorno en el que no se permitan insultos en las canchas, pues muchas que han dado el primer paso en espacios dominados por hombres, se retiran por el trato de los seguidores.  

—¿Cómo evalúas la situación actual de las baloncelistas?

—Hay dos cosas diferentes. Está la Liga de Baloncesto y la Federación de Baloncesto de Puerto Rico, que es el equipo nacional. El equipo nacional, bajo la presidencia de Yun Ramos, por primera vez estuvimos en un mundial, jugamos una olimpiada, ganamos medalla de oro, le ganamos a Cuba ¿Por qué? Porque era bien sencillo. El talento siempre estuvo ahí, pero el dinero, el cariño y la preparación nunca estuvo. Por primera vez, en la historia de la Federación de Baloncesto de Puerto Rico, esto se jugó 50 para hombres y 50 para mujeres. La Liga es horrible porque el público no apoya, no hay auspiciadores, no hay estructura y los salarios son un insulto. No hay manera de vivir. Si no eres una jugadora elite, pagas para jugar. En el equipo nacional se ha demostrado que si hay apoyo en un grupo talentoso, las posibilidades del fracaso son casi nulas. 

—¿Cómo ha cambiado la cobertura del baloncesto de mujeres en Puerto Rico?

—Cuando es la Selección Nacional, en los últimos años, han sido justos y le han dado cariño. No así cuando yo jugaba que me llamaban para calendarios. Nadie sabía qué hacíamos. Todo era modelaje y las lindas en trajes de baño. Querían saber qué hacíamos fuera la cancha. Ya eso ha cambiado. 

Estrenó programa 

El pasado domingo, a las 8:00 p.m., estrenó por el Facebook de NotiCel el programa En mi grada con Natalia Meléndez y su esposo, el exjugador profesional Alex Galindo. En el espacio, analizarán la postemporada de la NBA. 

Lee aquí: Anécdota radial sobre la desigualdad de la mujer en el deporte

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