La vicepresidenta de Costa Rica, Epsy Campbell Barr; la jueza presidenta del Tribunal Supremo de Puerto Rico, Maite Oronoz Rodríguez; y la senadora Ana Irma Rivera Lassén coincidieron en que desde el poder y la justicia se necesitan acciones concretas para erradicar el racismo y afirmar la afrodescendencia.
Cada una, desde su respectiva posición en las distintas ramas de gobierno, reconoció que deben crearse protocolos antirracistas para que el trato que reciben las personas negras, en sus interacciones con el Estado, no sea arbitrario.
“No hay justicia si usted está negando que hay unos seres humanos en una condición de desventaja estructural en relación con los otros y las otras. […] Tenemos grandes desafíos porque vivimos en sociedades negacionistas (y) racistas”, destacó Campbell Barr, la primera vicepresidenta negra en el hemisferio.
El encuentro se dio en el conversatorio Raza, justicia y poder, moderado por Vivian Neptune Rivera, decana de la Escuela de Derecho de la Universidad de Puerto Rico, durante la Cumbre Internacional de Afrodescendencia, que se celebra hasta el 27 de marzo, principalmente, en la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras
Por su parte, la senadora Rivera Lassén aseveró que “hay que tener una visión sistémica y estructural de cómo es la perversidad del sistema para poder hacer un cambio que nos lleve a la construcción de una sociedad inclusiva”.
Falacia de la neutralidad
Aunque las personas deben ser tratadas con igualdad ante la ley, las prácticas de las sociedades racistas se ven reflejadas en sus instituciones.
En el caso de los funcionarios del Poder Judicial, se les educa para tener un juicio neutral, lo que ignora que hay unas estructuras de poder que propician un trato desigual hacia las personas por su raza y su género, reconoció Oronoz Rodríguez, la primera mujer lesbiana en ser una jueza presidenta del Tribunal Supremo de Puerto Rico.
“Todo lo que se ha vivido antes de llegar a ese momento en el tribunal, no ha sido neutral, no ha sido equitativo. Ni la creación propia de la legislación, históricamente creada por hombres blancos heterosexuales, ni la aplicación, interpretada por hombres blancos heterosexuales, nuestra formación no ha sido neutral”, añadió quien reconoció sus privilegios como una persona blanca con acceso a educación privada y poder económico.
No obstante, relató que hay resistencia entre los jueces y las juezas para implementar el derecho desde una perspectiva antirracista y de género, que equipare y propicie un proceso judicial verdaderamente justo.
“El derecho, ni nada es neutral. La visión que tenemos de la sociedad no es neutral. Es una visión que está fundada en una ideología y la ideología es patriarcal, que responde, desde ahí, a la protección de los intereses de esa visión patriarcal, que es una visión de que este señor, este pater, es el dueño de todo, de las personas, de los bienes y, a través de nuestras instituciones, eso se fue convirtiendo en derecho”, subrayó la abogada Rivera Lassén.
Por su parte, la costarricense fue enfática en la importancia de desestructurar el pensamiento racista y machista desde la formación de los funcionarios públicos.
“Nadie puede hacer un juicio justo si no desaprende lo que ha aprendido”, apuntó.
Estadísticas desagregadas por raza
La jueza presidenta Oronoz Rodríguez destacó la falta de estadísticas que indiquen dónde están las inequidades raciales en el sistema judicial. Por tanto, entiende que se debe conducir un estudio profundo que analice todos los procesos que conllevan el acercamiento del Estado, incluso los que se dan previo a la llegada a los tribunales.
Asimismo, la vicepresidenta de Costa Rica expresó que los datos desagregados por raza, en su país, han ayudado a identificar sesgos en, por ejemplo, acceso a salud. También, señaló que la recolección de la variante de raza ayudó a identificar que el sistema penitenciario costarricense recluye mayormente a personas afrodescendientes, que componen el 8% de la población del país, según el último censo.
“Hay un área que tenemos que, nosotros, seguir profundizando que es en la generación de información. Sabiendo que, además, los datos siempre van a ser sujetos a sesgos importantes porque el dato, aunque parezca objetivo, no es objetivo porque el que lo recoge no es objetivo”, reconoció Campbell Barr.
La senadora Rivera Lassén destacó la importancia de las miradas interseccionales, que reconocen la vulnerabilidad de las personas por su raza y su género. Hizo referencia, además, a la investigación de Revista étnica, en la que se evidencia que gran parte de las mujeres asesinadas en feminicidios íntimos y desaparecidas eran evidentemente negras.
Urgen las acciones afirmativas
Las acciones afirmativas, como la generación de datos, son urgentes, coincidieron las panelistas.
Uno de los asuntos primordiales es la creación de protocolos antirracistas para que las interacciones con las instituciones gubernamentales no sea arbitrario y, así, también se pueda constatar en los casos en los que se violenten los derechos humanos de la ciudadanía.
En el caso de Costa Rica, para eliminar progresivamente la desigualdad por género, su Código Electoral exige que, al momento en que los partidos registren a sus candidatos, haya una paridad entre mujeres y hombres. De esta manera, se logró que el parlamento del país centroamericano tenga 46% de representación femenina.
En Puerto Rico, se puede destacar la Ley 24-2021 que da paso a que Puerto Rico se una a la celebración mundial del 21 de marzo como el Día de la Erradicación del Racismo y la Afirmación de la Afrodescendencia. Además, reivindica la lucha antirracista para que, como país, se reconozcan a las personas afrodescendientes.
“Mientras de lo único que hablemos es de la esclavitud, quiere decir que no estamos enfrentando el tema del racismo porque seguimos ubicando a las personas afrodescendientes como esclavas”, puntualizó la senadora Rivera Lassén, autora de la legislación.
La ley, entonces, ya no reconoce esta semana como la de la abolición de la esclavitud, sino que se toma la fecha para combatir el racismo y reafirmar la afrodescendencia.
La senadora inquirió que la política pública es un instrumento más para la erradicación del racismo, pero la herramienta principal siempre será la conciencia y la acción ciudadana.