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Comprometida con ayudar a que las mujeres sean su propia ruta

Coraly León Morales, directora ejecutiva Casa Protegida Julia de Burgos

(Fotos y vídeo por Yelitza Rosario Ramos)

Coraly León Morales cursaba su bachillerato en Ciencias Sociales Generales, en el recinto de Mayagüez de la Universidad de Puerto Rico (UPR), cuando se integró como voluntaria al proyecto de apoyo a sobrevivientes de violencia Siempre Vivas. La intención, al principio, era observar el trato que allí ofrecían a las participantes. Si era atención justa y sensible, entonces, ella contaría su historia. Así lo hizo y esa experiencia la marcó para siempre.

“Ayudando a otras, me ayudé a mí”, reflexionó sonriente la nueva directora de la Casa Protegida Julia de Burgos en entrevista con Todas al recordar el apoyo que recibió de sus mentoras en Siempre Vivas a la vez que ella misma participaba como voluntaria en el programa.

Han pasado 10 años de ese primer acercamiento a espacios de ayuda donde ha podido dar y recibir, una dinámica que guió su activismo feminista y su aspiración por completar una maestría en Trabajo Social con énfasis en Individuo y Familia en la UPR de Río Piedras. Como parte de su preparación académica, realizó una práctica en un centro de ayuda a víctimas de violación. Luego, trabajó como coordinadora en el Proyecto Construyendo Equidad entre Géneros desarrollando campañas de prevención, material educativo y adiestramiento a empleados en la UPR de Carolina. Una vez más, su gestión implicó una visión feminista y un compromiso con las mujeres.

Coraly León Morales, directora ejecutiva Casa Protegida Julia de Burgos

Ese compromiso tomó otro rumbo hace poco más de un mes, cuando aceptó la posición de directora ejecutiva en el albergue Casa Protegida Julia de Burgos. Desde allí, continúa dedicándose a la labor a la cual ha entregado un tercio de su vida: apoyar y acompañar a las mujeres, niñas y niños víctimas y sobrevivientes de violencia de género.

Su llegada a Casa Julia coincide con el cuadragésimo aniversario de su establecimiento como el primer albergue de protección y apoyo para las mujeres creado por una base feminista en Puerto Rico. En la última década, la organización ha impactado a 4,686 mujeres, niños y niñas.

“Es bien bonito poder ser parte de ese proceso [de sanación]. Poder servir como recurso a otras mujeres en procesos que son bien complejos y difíciles de poder sobrellevar”, expresó León Morales con satisfacción.

Metas y proyectos en el tintero

Contó que solicitó el puesto de directora ejecutiva con la intención de compartir sus “inventos”, ganas y energías, además de su experiencia y conocimientos.

Uno de los proyectos que ha formulado es el contacto con artistas aliadas y aliados que sirven como portavoces de la organización para la recaudación de fondos.

 

Entre las metas de León Morales, está la apertura de más albergues, “reconociendo las necesidades que hay en el país de ese servicio”.

Actualmente, Casa Julia cuenta solo con un albergue y dos oficinas ambulatorias.

Por otra parte, una participante –que ahora es voluntaria en el programa– le expresó que quería hacer pública su historia como sobreviviente de violencia de género. Otras mujeres del programa comparten el mismo deseo.

“¿Qué mejor que tener a las mismas participantes dejando saber lo fundamental que es contar con los servicios y el rol que cumplen en su proceso de empoderamiento y de sanación?”, reflexionó León Morales.

Asimismo, contemplando lo pesado de trabajar resolviendo casos de violencia de género todos los días, la directora contempla crear un programa de autocuidado institucional. Este plan incluiría reuniones mensuales sobre técnicas de autocuidado para voluntarios y empleados.

“Para mí, es bien importante que las organizaciones que hagamos este tipo de trabajo asumamos una responsabilidad para con nuestras compañeras”, justificó la idea.

Retos que enfrenta

Entre las dificultades que León Morales encuentra, la más compleja radica en la reducción del 42% de fondos gubernamentales asignados a Casa Julia en este año.

“Eso [la reducción de fondos gubernamentales] implicó un reto en términos de la continuidad de los servicios. No solamente que podamos continuar, pero que sigamos trabajando de forma consistente y con un trabajo de calidad”, explicó la directora.
Otra de las contrariedades que forman parte del diario en la agencia es cuando no consigue los recursos que necesita para ayudar a alguna participante o que las agencias no responden como espere. Siente que le cierran las puertas.

“Eso es bien frustrante. Sabes que lo que puedes hacer es estar ahí”, narró León Morales.

Asimismo, mencionó que tener más personal permitiría reducir la carga de los empleados y voluntarios, quienes han tenido que asumir más tareas por falta de personal.

“Llevo un mes y ya estoy bien clara de que apagamos muchos fuegos, pero también es un trabajo bien hermoso. Es un trabajo bien bonito que hago con el corazón”, opinó sobre su experiencia en el nuevo puesto.

Exige estado de emergencia

Varias organizaciones feministas han exigido la declaración de un estado de emergencia ante la violencia machista desde noviembre 2018, cuando Ricardo Rosselló Nevares aún gobernaba en Puerto Rico.

El documento propone que las instituciones de Educación, Justicia, Seguridad, Vivienda y Familia colaboren y formulen estrategias para atender este mal. Asimismo, propone la creación de campañas preventivas, implementación de la educación con perspectiva de género, techo seguro a las víctimas y cero impunidad a los agresores.

El pasado 4 de septiembre, la gobernadora actual Wanda Vázquez Garced emitió una declaración de alerta nacional ante la violencia contra la mujer. En el comunicado de prensa, la primera mandataria solicitó implementar las leyes, reglamentos y protocolos para combatir este problema. Sin embargo, aún no se han concretado proyectos para actuar.

“Para nosotras falta más”, reaccionó León Morales ante la declaración de alerta nacional que emitió Vázquez Garced hace poco más de un mes.

La directora de Casa Julia insistió en que la importancia de que se declare un estado de emergencia continúa vigente.

“La alerta es insuficiente. No cumple ni cubre todo lo que se planteó como una necesidad bajo el estado de emergencia, que era una propuesta completa, consensuada entre la mayor de los grupos feminista y entregamos lo que entendemos que el país necesita para dar un paso hacia la erradicación de la violencia de género”, sostuvo. 

Para comunicarse con Casa Julia

Si tú o una persona que conoces sufre de violencia de género y necesita albergue urgentemente, debes acudir al cuartel de la Policía más cercano, desde donde se coordinará la transportación hasta Casa Julia.

Las personas que deseen ser voluntarios o que requieran comunicarse directamente con el albergue para procurar ayuda, pueden llamar al 787 723-3500.

Los donativos que recibe el albergue funcionan como un apoyo importante para remediar la escasez de fondos que necesitan para suplir los gastos. Quienes deseen aportar, pueden enviar su suma a su PayPal por apoyoajulia@gmail.com, por ATH Móvil negocios a CasaJulia o depositar en su cuenta en el Banco Popular, 027256995.

Coraly León Morales, Casa Protegida Julia de Burgos

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