Con 16 votos a favor, nueve en contra, uno abstenido y uno ausente, el Senado de Puerto Rico dio la espalda a los derechos humanos de las mujeres y personas gestantes al aprobar el Proyecto del Senado 693 (PS 693), que prohibiría el aborto a partir de la semana 22 de gestación.
Luego de más de dos horas de debate, la Cámara Alta dio paso a la Ley para la Protección del Concebido en la Etapa Gestacional de Viabilidad que solo permitiría los abortos en la llamada “etapa de viabilidad”: si se tiene lo que el proyecto define como una emergencia médica, si el feto tiene una anomalía fetal incompatible con la vida o si hay una determinación médica de que el feto no podría sobrevivir fuera del vientre gestante.
El documento final, también, mantiene una recopilación de información para “propósitos estadísticos”, que incluirá dirección física de donde se haga el procedimiento, edad de la persona que se realiza un aborto a partir de la semana 22, etapa gestacional, razón por la que se practica el aborto, método utilizado, firma del médico y su número de licencia. Como han señalado profesionales de la salud y defensores de los derechos humanos, esta recopilación se presta para la persecución de los proveedores de servicios.
Además, se eliminó de la medida el que se obligue a parir prematuramente a las víctimas de violación, y las continúa dejando desprovistas de su derecho a interrumpir el embarazo si no cumplen con una de las tres excepciones luego de las 22 semanas.
¿Qué dijeron quienes tomaron su turno?
Ana Irma Rivera Lassén, del Movimiento Victoria Ciudadana: “Es como tomar un tren al pasado, pero a un pasado que no se pueden imaginar de dolor y de sangre, que le ha costado a tantas mujeres, inclusive, sus vidas, cuando no han tenido el acceso al aborto seguro”.
Juan Zaragoza Gómez, del Partido Popular Democrático: “Tengamos claro que la regulación o prohibición del aborto, en Puerto Rico, en alguna medida, solo le aplicará a las clases desventajadas porque aquellos con dinero, simplemente, pagarán un pasaje y se irán a otra jurisdicción”.
Rafael Bernabe Riefkhol, del Movimiento Victoria Ciudadana: “El aborto existe porque, mientras existan embarazos no deseados, las mujeres del mundo necesitan el aborto como un mecanismo para poder tomar algún control sobre sus vidas, para poder tener cierta autonomía personal”.
El legislador, además, cuestionó que no se tomara en cuenta la opinión experta de médicos que unánimemente se posicionó en contra del proyecto, durante el atropellado proceso de vistas públicas.
Migdalia González Arroyo, del Partido Popular Democrático: “Lo verdaderamente peligroso es que nosotros, desde la comodidad de nuestras bancas, nos creamos con el derecho a decidir por quien se encuentra ante una decisión en la que literalmente se le va la vida”.
La senadora utilizó un ejemplo hipotético de lo que sucedería si finalmente se aprueba la Ley para la Protección del Concebido en la Etapa Gestacional de Viabilidad. “Joanna” (nombre ficticio) era víctima de un patrón de agresión sexual por parte de su padrastro. Luego de años, quedó embarazada y no pudo recurrir a un aborto seguro porque una legislación moralista así lo impidió.
Joanne Rodríguez Veve, del partido antiderechos Proyecto Dignidad y autora del PS 693: “Hay personas que dedicarán y dedican toda su vida a cuidar niños como los de Joanna. Hay listas de espera de padres que quieren adoptar niños como los de Joanna”.
La legisladora propone que una víctima de violación lleve su embarazo a término, para que otras personas puedan ser padres por medio de la adopción.
José Vargas Vidot, senador independiente: “Es importante que consideremos que las mujeres, en este país, son personas, no cosas. Por tanto, la decisión, debe estar en las manos y en los corazones de las propias mujeres”.
María de Lourdes Santiago Negrón, del Partido Independentista Puertorriqueño: “A nadie se le puede escapar que lo que persigue esta medida no es codificar lo que alguien interprete como el estado de derecho actual dictado por la jurisprudencia. Aquí, se quiere poner en la puerta para la eventual prohibición absoluta de que las mujeres decidan”.
Thomas Rivera Schatz, del Partido Nuevo Progresista y coautor de la medida: “Sí, esto es aborto sí o no. Yo digo: ‘Aborto no’. El proyecto es más laxo de lo que yo quisiera”.
Gregorio Matías Rosario, del Partido Nuevo Progresista: “Yo dije que era conservador, que iba a defender a mi dios, mis creencias, así que, el que votó por mí, lo sabía que yo no estoy a favor del aborto y que no voy a estar a favor del aborto”.
Wanda Soto Tolentino, del Partido Nuevo Progresista: “Este proyecto es uno que no nos atrasa. Al contrario, se actualiza a los tiempos en los cuales estamos viviendo. […] Yo creo que esto es el principio de algo que, hace mucho tiempo se pudo haber hecho”.
Nitza Morán Trinidad, del Partido Nuevo Progresista: “Soy madre, soy católica y lo vuelvo a repetir, no creo en el aborto. Creo en una legislatura que sea justa al momento de votar”.
Keren Riquelme Cabrera, del Partido Nuevo Progresista y coautora del proyecto: “Esta ley provee suficiente tiempo y provee el espacio adecuado para que la mujer gestante evalúe la situación y tome la determinación respecto a la continuación o terminación de su embarazo, pero también provee el balance que, como sociedad civilizada, tenemos que tener protegiendo la potencial vida en gestación”.
William Villafañe Ramos, del Partido Nuevo Progresista: “La medida no es perfecta, como casi ninguna medida. Pero, tengo que decir que es muy justa y razonable en cuanto a garantizar de que un embarazo que llegue a la etapa de viabilidad, haya contado con la decisión afirmativa y voluntaria de la madre”.
Ramón Ruiz Nieves, del Partido Popular Democrático y coautor del PS 693: “Decir que a las 22 semanas, yo, como mujer, por citarla, no me he dado cuenta de que hay unos cambios hormonales en el cuerpo es faltarle el respeto a la verdad. ¿Por qué esperar hasta las 22 semanas para tomar una determinación de un aborto?”.
Este comentario, que se hace desde el privilegio, ignora completamente las circunstancias individuales y sistémicas que limitan que las personas vulnerabilizadas lleguen, en las primeras semanas de gestación, a procurar este servicio médico.
Quedan en récord quienes defienden el derecho a decidir y las personas antiderechos. La votación, finalmente, quedó de la siguiente manera:
En contra
- Ana Irma Rivera Lassén (MVC)
- Rafael Bernabe Riefkhol (MVC)
- María de Lourdes Santiago Negrón (PIP)
- José Antonio Vargas Vidot (Independiente)
- Migdalia González Arroyo (PPD)
- Elizabeth Rosa Vélez (PPD)
- Rosamar Trujillo Plumey (PPD)
- Juan Zaragoza Gómez (PPD)
- Carmelo Ríos Santiago (PNP)
A favor
- José Luis Dalmau Santiago (PPD)
- Marially González Huertas (PPD)
- Ramón Ruiz Nieves (PPD)
- Rubén Soto Rivera (PPD)
- Ada García Montes (PPD)
- Albert Torres Berríos (PPD)
- Javier Aponte Dalmau (PPD)
- Thomas Rivera Schatz (PNP)
- Migdalia Padilla Alvelo (PNP)
- Henry Neumann Zayas (PNP)
- Keren Riquelme Cabrera (PNP)
- Marissa Jiménez Santoni (PNP)
- Gregorio Matías Rosario (PNP)
- Wanda Soto Tolentino (PNP)
- William Villafañe Ramos (PNP)
- Joanne Rodríguez Veve (PD)
Mientras, la senadora Nitza Morán Trinidad, del PNP, se abstuvo, y Gretchen M. Hau, del PPD, estuvo ausente de las labores en el hemiciclo.
De esta manera, las senadoras Ada García Montes y Marissa Jiménez Santoni fueron en contra de lo que dijeron a Todas, durante sus campañas políticas, cuando expresaron que protegerían el derecho al aborto.
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Con la aprobación del proyecto, se espera que continúe su curso legislativo en la Cámara de Representantes, donde se anticipa que pasará por el escrutinio de vistas públicas.