Fotos por Ana María Abruña Reyes
Han pasado ya casi tres décadas desde que Maritza Barreto Orta participó de un crucero de investigación científica en el cual, a diferencia de sus colegas hombres, no tuvo la oportunidad de tener una habitación adecuada.
“Cuando llego al crucero, me dicen ‘no tenemos cabina para ti. Tienes que compartirla con la cocinera’. Luego, se excusaron porque no habían planificado para tener una mujer científica”, recordó la geóloga marina sobre el incidente que vivió en sus inicios como investigadora en temas costeros.
Experiencias como la del crucero han marcado la formación y aspiraciones de quien hoy es reconocida como una de las investigadoras de costas más importantes en la región del Caribe.
La doctora Barreto Orta entró al Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico (UPR) cuando apenas tenía 16 años. No imaginó que años más tarde sería profesora en el Departamento de Geografía y se convertiría en una apasionada del estudio de las playas.
Su interés inicial como adolescente era convertirse en misionera. Imaginaba que con esa dedicación podría viajar y ayudar a otras personas. Pensó que, a través del bachillerato en Trabajo Social, podría lograr su meta. Sin embargo, cuando tuvo su examen de aptitud, los resultados mostraron que su futuro estaba en las ciencias. Fue a partir de ese momento que decidió estudiar geografía.
“La geografía me pareció un área que cubría todas las áreas de conocimiento. Ese hambre que yo tenía de poder prepararme en algo que me diera herramientas, lo vi en la geografía”, explicó.
Tras completar exitosamente su bachillerato, Barreto Orta ingresó al Recinto de Mayagüez de la UPR para realizar estudios graduados. Luego de completar una maestría en Ciencias Marinas, la investigadora continuó en la misma institución universitaria y, en el año 1997, terminó su grado doctoral en Oceanografía Geológica.
Su entrada como profesora en el Departamento de Geografía del Recinto de Río Piedras surgió después de la jubilación de quien fuera su profesor José Cadilla. Aceptó el reto de sustituir a uno de los nombres más reconocidos en la investigación geográfica durante esa época. Asimismo, comenzó a labrar su propio camino dentro de una disciplina académica que históricamente ha sido dominada por hombres y en la cual la inclusión de las aportaciones de las mujeres exploradoras ha sido mínima en los principales textos que exponen la historia y la evolución del pensamiento geográfico.
“De actividades que iba representando a la universidad como geógrafa, sí había unos retos. Inclusive, incomodidad de ver progreso de las mujeres en el área. En las conferencias específicas de geografía, oceanografía y costas, era evidente, a nivel internacional, que las mujeres seguíamos siendo una minoría. Hay una realidad”, comentó la investigadora.
Tras 17 años en el Departamento de Geografía, Barreto Orta logró mover su plaza de profesora a la Escuela Graduada de Planificación (EGP), entidad en la cual ha trabajado como investigadora e instructora de cursos por los pasados siete años. En la actualidad, dirige desde la EGP el Instituto de Investigación y Planificación Costera de Puerto Rico (CoRePI-PR, en inglés).
Investigar y abrir camino para más científicas
Uno de sus objetivos como mentora en proyectos de investigación es promover la participación de las mujeres en áreas como las ciencias marinas, la geografía y la oceanografía. Aspira, además, a que las mujeres que actualmente se abren camino como científicas no tengan que pasar por las mismas dificultades que ella tuvo en el pasado.
“En los pasados diez años, he estado en foros que han sido liderados por hombres, especialmente en los procesos de estudiar el impacto del huracán María. He visto la dificultad que ha tenido la mujer de poder insertarse en esos espacios y que sea escuchada. Todavía en el 2022, quizás ya menos, pero todavía yo veo que hay que hacer más porque se subestiman las capacidades que la mujer tiene, especialmente en esta área de estudio de costas”, comentó.
Dentro del equipo de CoRePI-PR, más de la mitad de sus participantes son mujeres. Barreto Orta siente orgullo cada vez que el trabajo liderado por ella y sus asistentes en la EGP es reconocido por organizaciones en Puerto Rico y otros lugares del Caribe. Ha sido invitada a presentar los resultados de sus investigaciones en foros en Estados Unidos y en países de América Latina.
“El hecho de que la geografía no tenga casi mujeres [profesoras], todo eso, en vez de pararme, me da más fuerza a continuar. Eso es hasta lo que hoy día me ha permitido moverme a la línea de no solamente hacer investigación para generar unos datos, sino de crear unos espacios para adiestramiento para estudiantes y féminas. En realidad, es para todo el mundo, pero ha sido interesante que quienes han venido [a CoRePI-PR] son mujeres”, expresó la académica de la EGP.
Imparable aportación de conocimiento
A pesar de las múltiples responsabilidades que tiene como profesora, investigadora, directora de un instituto e integrante de comités asesores en ciencia, Barreto Orta continúa publicando artículos académicos en los cuales divulga los resultados de algunos de sus proyectos más importantes. Durante los pasados cinco años, se le han publicado nueve artículos en revistas científicas arbitradas y más de diez informes técnicos.
En el año 2019, el gobierno de Puerto Rico designó a Barreto Orta como una de las seis personas expertas en ciencia que integran el Comité de Expertos y Asesores sobre Cambio Climático. Desde ese espacio, ha puesto sus conocimientos al servicio del país y de las comunidades costeras que sufren las consecuencias de la actual crisis climática.
Aunque es incierta la fecha de su jubilación como profesora universitaria, la doctora Barreto Orta celebra que uno de sus mayores legados es saber que muchos de sus exestudiantes ahora ocupan posiciones de importancia, ya sea en la investigación académica o en el servicio público. Quiere que su historia sirva de inspiración para otras mujeres que se abren camino en las ciencias.
“A las mujeres jóvenes en las ciencias, lo primero es que no se quiten, no importa el reto. Los retos hay que verlos como oportunidades. Los retos no se pueden ver como fallos o momentos de frustraciones. Es importante que la voz de las mujeres, especialmente en Puerto Rico, sea escuchada. Esas voces tienen que estar en el medio de las discusiones que se están dando en los diversos sectores y foros. Sin esa voz, los procesos de decisiones, como los de planificación y reconstrucción van a ser incompletos”, puntualizó la experta en temas costeros.
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