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La violencia doméstica va más allá del abuso físico

El amor no debería herir

Al relatar su experiencia de violencia doméstica, Lee Jiménez aseguró que el patrón de maltrato comenzó con comentarios despectivos. Sin embargo, las críticas escalaron a amenazas de muerte que la hacían dormir con un cuchillo para protegerse de cualquier intento de asesinato. 

Para la sobreviviente de maltrato, el abuso psicológico, por parte de su expareja, perduró por siete años, en los que padeció de depresión, insomnio y autolaceración. 

“Uno no se da cuenta que está en el maltrato psicológico hasta que pasan unos incidentes que ya tú dices: ‘Esto no está bien”, aseguró Jiménez hoy, jueves, en el conversatorio virtual Cuando el “amor” se convierte en peligro, que presentó el medio digital Es Mental.

Las manipulaciones de su victimario provocaron una dependencia hacia su persona, a pesar de vivir en constante miedo. A sus 32 días de casada, la víctima sometió su primera orden de protección en contra del agresor. En respuesta, su expareja la amenazó con descuartizarla y enterrar sus restos donde nadie los encontrara. 

Debido a los patrones de intimidaciones y manipulaciones, característicos del ciclo de violencia doméstica, Jiménez volvió a convivir con el victimario al cumplirse los tres meses de protección del mandato. 

“Me decía que ningún hombre me iba a valorar, […], que no servía como mujer, que era poca cosa, que se abochornaba de mí. Él se encargó primero de bajar mi autoestima para poder retenerme y seguir haciendo su patrón”, relató la también autora del libro Vencí mi gigante.

A pesar de la dificultad del proceso, Jiménez logró romper con el ciclo de violencia doméstica con una orden de protección definitiva, ayuda psicológica y espiritual, y grupos de apoyo como el Proyecto de Apoyo a Mujeres SIEMPRE VIVAS.

Reconocer el abuso psicológico como maltrato

Dentro de entender los patrones de violencia doméstica, primero se debe de reconocer el abuso psicológico como maltrato, sostuvo Somayra Rodríguez Valdés, trabajadora social y especialista en salud mental. 

“La violencia, no todo el tiempo la podemos ver y muchas veces vemos parejas que parecen que están muy bien, y, realmente, hay violencia”, aseguró Rodríguez Valdés.

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) definió el término violencia de género como cualquier acto dañino en contra de una persona debido a su género. La trabajadora social explicó que la violencia doméstica es un tipo de violencia de género, por lo tanto, el término abarca el maltrato psicológico.

Parte de la problemática, según Rodríguez Valdés, son las conductas machistas. La profesional afirmó que, desde las percepciones culturales en el hogar hasta en las escuelas, al abuso mental se le resta importancia. 

Indiferencia de las autoridades

Al no presentar signos de violencia física, gran parte de las denuncias de Jiménez no fueron reconocidas por las autoridades gubernamentales. Asimismo, durante el encuentro virtual que se transmitió a través de Facebook Live, varias mujeres denunciaron en los comentarios de la plataforma el mismo suceso. 

Con la declaración de un Estado de Emergencia por violencia de género, Rodríguez Valdés aseguró que la orden ejecutiva establece que el gobierno debe de adiestrar a funcionarios gubernamentales, tanto en los tribunales como en la Policía, para trabajar con casos de violencia doméstica sensiblemente. 

Recomendaciones hacia las víctimas

La trabajadora social coincidió en que el primer paso para salir de una relación abusiva, es reconocer su naturaleza violenta. 

Recomendó, además, encontrar una red de apoyo de víctimas de violencia doméstica, así como solicitar orientaciones, líneas de ayuda y albergue. Luego, la víctima sobreviviente debe tomar la decisión final de abandonar la relación violenta, afirmó Rodríguez Valdés. 

Por su parte, Jiménez aseguró que una relación saludable no hace daño ni hace sentir menos a la otra persona. Para romper con el ciclo de violencia doméstica, la víctima debe reconocerse como una vencedora sin la necesidad del agresor, enfatizó la sobreviviente. 

La editora de la revista Es Mental, Omaya Sosa Pascual, moderó la conversación.


Si tú o alguna persona conocida está en situación de violencia, llama a la Línea de ayuda 787-489-0022. Mira más recursos de ayuda aquí.

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