En momentos en que muchas violencias pasan desapercibidas, identificarlas y encontrar estrategias para combatirlas son acciones fundamentales para lograr una sociedad más equitativa. Con ese objetivo en mente, un grupo de jóvenes culminó el ciclo de talleres de la campaña contra la violencia machista ¡Cambia ya!
En este tercer taller Otras violencias, complicidades machistas y resistencias al cambio, la facilitadora Karla Ferrer Arévalo presentó algunas de las formas explícitas de violencia que prevalecen en el sistema patriarcal, como el asesinato, la violación, la agresión; y otras que se han normalizado como los chistes sexistas, manipulación, chantajes, entre otras.
La trabajadora social responsabilizó a este sistema por la opresión que viven todas las personas del país.
“De lo más notable, lo más explícito y lo más duro del patriarcado, en sus manifestaciones, están los asesinatos. Ahí tenemos los feminicidios, los transfeminicidios… (Pero) esto no se trata de la guerra de los sexos; esto se trata también de que el patriarcado es un sistema que, al mismo tiempo, oprime a los varones en sus experiencias como varones y en sus relaciones entre ellos. La violencia patriarcal tiene todo que ver con esa violencia que existe y que predomina en nuestro país entre los mismos hombres”, explicó Ferrer Arévalo.
Tipos y modalidades de violencia
El taller continuó con una exploración sobre las relaciones de poder, los tipos de violencia de género y los lugares donde esa violencia predomina.
Ferrer Arévalo apuntó al acoso sexual como una de las formas en que se manifiesta la violencia simbólica, pero que afecta sexual y psicológicamente.
“El acoso responde precisamente a la creencia generalizada de que las personas socializadas como hombres tienen la potestad, no voy a decir derecho ni por error, la potestad de violentar a otras personas, específicamente mujeres, en cualquier lugar… Ciertamente, implica violencia sexual, implica violencia psicológica (y) puede implicar violencia física”, subrayó la gestora de WetJustice.
Como ejercicio para identificar esas violencias, les jóvenes vieron el vídeo oficial de la campaña ¡Cambia ya!, titulado La sombra, y, al analizar la pieza, una de las integrantes hizo referencia al machismo internalizado que se representa en el filme.
“Siempre va a estar ese pequeño detalle de machismo y como que lo vamos, en algún momento, a dejar salir”, aseveró la participante, a quien Ferrer Arévalo le respondió que la sombra del vídeo simbolizaba exactamente ese machismo internalizado.
Mientras tanto, otra de las asistentes aludió al control que se manifiesta en el vídeo con los mensajes de texto.
“Yo lo que vi fue que sí había formas de control, pero que, a veces, las formas de control eran sutiles, como con los mensajes de texto: ‘¿dónde estás?’, ‘¿qué te pasa?’, ‘¿está pasando algo contigo?’. Es una forma bien sutil, pero no deja de ser control. Entonces, luego eso va escalando y es entonces cuando se hace evidente, pero desde el inicio fue control”, argumentó.
Formas de combatir el machismo
En la última etapa del taller, Ferrer Arévalo presentó varias formas en las que les jóvenes podían combatir la violencia machista desde sus respectivos entornos. Entre estas estrategias, destacó evaluar los privilegios; nunca negociar la autonomía, diversidad y equidad; establecer límites; practicar relaciones horizontales; promover conversaciones con la familia, entre otras.
La también escritora insistió en la importancia de reflexionar sobre los valores y las actitudes propias, pero sin llenarse de culpa.
“Podemos ser machistas de muchas maneras. Hay que insistir en el trabajo personal, pero, con eso, tampoco es para darnos con el látigo… la autocrítica es necesaria, pero también para cuidarnos y para ser mejores personas, ser más responsables y más éticos en el mundo. No es la autocrítica con el propósito de la autoflagelación de hacernos daño”, expresó.
Finalmente, presentó el vídeo Desestereotípame de la campaña Resetéate, de República Dominicana, y culminó el taller con un ejercicio de autocuidado.
Los ciclos de talleres contra la violencia machista de la campaña ¡Cambia ya! surgieron gracias al apoyo de Oxfam de América y de Equilátera, compañía publicadora del medio digital de periodismo feminista y solidario Todas.