Foto de archivo de Ana María Abruña Reyes
El esfuerzo de líderes feministas y organizaciones en defensa de la justicia sexual y reproductiva de las mujeres y personas gestantes ha significado que más residentes en Puerto Rico estén informadas sobre el derecho al aborto, consideró la asesora en abogacía y acceso al aborto de Profamilias, Frances Collazo Cáceres.
Pese a que no se ha visto un aumento de personas de Estados Unidos que procuren abortos en Puerto Rico luego de la revocación de la histórica decisión del Tribunal Supremo de Estados Unidos Roe v. Wade, Collazo Cáceres informó que sí ha notado un incremento de personas residentes en Puerto Rico que solicitan los servicios de terminación de embarazo.
Entiende que puede deberse a la reafirmación de que el aborto es y seguirá siendo legal en Puerto Rico. Además, que el tema esté en la mesa de discusión pública hace que los servicios y las clínicas sean más visibles.
“Quizás, antes no se conocía tanto de la disponibilidad del servicio de aborto en la Clínica IELLA. Quizás, antes no se sabía que te podían aportar económicamente, si no podías pagar el costo de este servicio. La divulgación, que ha estado bastante presente, a raíz de una realidad que no queremos y que es terrible, ha servido para dar a conocer los servicios”, expuso la también abogada.
Sin embargo, también señaló que, por la tensión que se vive en el país por este tema, la ansiedad y temeridad en las pacientes ha aumentado. “Las pacientes están más conscientes políticamente del servicio que están solicitando”, aseguró.
Mientras el aborto se mantiene legal en Puerto Rico, luego de la decisión de Roe v. Wade, 17 estados tienen restricciones sumamente estrictas que prácticamente eliminan la posibilidad de ejercer el derecho. Otros tres estados han aprobado leyes que también prohibirían la práctica en las próximas semanas.
¿Cuál es la posibilidad de un regreso del San Juan Weekend?
Antes de 1973, cuando se dio el histórico fallo en Roe v. Wade, las mujeres estadounidenses con mayores recursos económicos viajaban para practicarse abortos seguros y en condiciones salubres. Un destino popular fue Puerto Rico, que reconoce el derecho al aborto terapéutico para salvaguardar la salud de las personas gestantes desde 1902.
Al viaje de fin de semana para acceder a este servicio de salud, se le denominó el San Juan Weekend.
Se trataba de una red de médicos que tenían clínicas en las que se realizaban terminaciones de embarazo de forma segura. En 1963, Puerto Rico era la capital de abortos en el hemisferio, según el Miami Herald.
Ante la decisión que invalidó la jurisprudencia de Roe v. Wade y que el estado de derecho respecto al aborto no se ha trastocado en Puerto Rico, ha vuelto a surgir la pregunta: ¿el San Juan Weekend volverá a ser una realidad?
La ginecóloga obstetra Yarí Vale Moreno confirmó la posibilidad de que suceda y expresó que, a principios de julio, atendió a su primera paciente estadounidense desde el cambio en la jurisprudencia federal.
“Es una posibilidad, sobre todo, cuando los estados de la costa este vean que hay leyes tan hostiles como la de Florida y Georgia, y estados donde los migrantes puertorriqueños han ido y saben que todavía, en Puerto Rico, es legal”, dijo Vale Moreno.
Aunque coincide en que es una posibilidad, Collazo Cáceres entiende que los números no son significativos para decir que un fenómeno como el San Juan Weekend volverá a suceder. Informó que, en el último año, la Clínica IELLA no ha atendido más de cinco personas de Estados Unidos que buscan terminar un embarazo de forma legal.
Sin embargo, confirmó que, incluso antes de la revocación, por legislaciones como la de Texas –que prohibe el aborto cuando se detecta actividad cardiaca en el feto–, recibieron alguna llamada de consulta.
“Nosotras no estamos muy inclinadas a pensar que la historia se repite, de igual manera a lo que fue el San Juan Weekend, por ejemplo. Ni tampoco esperamos que vengan muchísimas mujeres y que, de momento, Puerto Rico vuelva a ser ese lugar a donde acudir para tener acceso a un aborto seguro”, añadió Collazo Cáceres, quien reconoció que, en cantidades reducidas, siempre han recibido a pacientes que residen en Estados Unidos.
Aumento en la demanda de abortos farmacológicos
Una de las razones principales por las que el equipo de Profamilias y de la Clínica IELLA no cree que vaya a haber una ola de estadounidenses que procure el servicio de terminación de un embarazo es que, desde la pandemia, han visto un incremento en la demanda de aborto con medicamentos.
Aunque el aumento se ha evidenciado principalmente en Estados Unidos, también lo han notado en sus pacientes en Puerto Rico. Desde la llegada de la COVID-19 a la isla, han notado un incremento de este tipo de procedimiento entre 40 y 50%, aseguró Collazo Cáceres.
“Ese avance, quizás, en el aborto autogestionado, desde una perspectiva segura y médica, entra como un variable cuando estamos hablando de una crisis de acceso al aborto”, indicó la portavoz de Profamilias.
No es una opción accesible
Las escasas clínicas de terminación de embarazo en el archipiélago ya reciben a pacientes de islas vecinas como República Dominicana, San Thomas y Santa Cruz, comunicó Vale Moreno.
Aunque, en Puerto Rico, se recibirían con disposición a las personas que busquen un aborto seguro, viajar a la isla no sería accesible para muchas personas vulnerabilizadas y empobrecidas, a quienes se les dificultará comprar un boleto de avión para llegar a la isla y practicarse un aborto seguro.
De la misma manera, el aborto a través de píldoras también resulta inaccesible para muchas personas gestantes en Puerto Rico, por su alto costo, de unos $350, y escasez. Collazo Cáceres explicó que, para este procedimiento, las pacientes deben acudir a la clínica para una evaluación y recibir el tratamiento, contrario a Estados Unidos donde “ha sido más fácil esa distribución y ese acceso, a través de la telemedicina”.
De hecho, las píldoras abortivas están disponibles únicamente en tres de las cuatro clínicas en las que se ofrecen servicios de terminaciones de embarazos en Puerto Rico –ubicadas en el área metropolitana– por razón del costo del tratamiento.
Lee también: ¿Cómo acceder a un aborto en Puerto Rico después de Roe v. Wade?
“La lucha principal no es que el aborto sea legal, es que sea accesible. Esa es la lucha que tenemos que tener ahora, que el aborto sea accesible. Mantener la legalidad, pero que sea accesible”, expresó la senadora Ana Irma Rivera Lassén, a Todas, en la reciente manifestación de la Marea Verde boricua.
Alertas ante la desinformación
En este contexto, la ginecóloga Vale Moreno apuntó a la necesidad de descartar la desinformación, que es la primera amenaza.
“Hay muchas personas del ámbito legislativo que están diciendo que el aborto es ilegal y eso es peligroso porque tenemos a gente llamando y pensando que el procedimiento es ilegal y, por eso, no hacen las preguntas pertinentes”, puntualizó Vale Moreno.
Lee también: El aborto es y seguirá siendo legal en Puerto Rico
Por su parte, Collazo Cáceres recalcó que todas las personas que vayan a procurar abortos en las clínicas deben saber que se encuentran en espacios seguros. Allí, se respetarán sus decisiones, las atenciones serán consentidas y toda su información es confidencial.