Tres doctoras coincidieron en que grupos antivacunas y fundamentalistas están utilizando la frase “mi cuerpo, mi decisión” para descontextualizar y defender argumentos en contra de la vacunación masiva, una herramienta de salud pública ante el impacto de la pandemia de COVID-19.
La consigna “mi cuerpo, mi decisión” tiene un contexto de lucha de los movimientos feministas en favor de la autonomía de las mujeres sobre sus cuerpos y el derecho de las personas gestantes a terminar voluntariamente con un embarazo. Con el desarrollo de respuestas gubernamentales y políticas públicas sobre la vacunación, muchos grupos fundamentalistas y antivacunas se han apropiado de esta frase para desinformar.
“Ambos casos no son equivalentes”, explicó la doctora Marieli González Cotto, al contrastar la lucha por el derecho al aborto con los argumentos utilizados para oponerse a la vacunación masiva.
“El derecho al aborto es una decisión individual y la vacunación es una decisión colectiva y comunitaria. El acto de vacunarnos es lo que en realidad importa para conseguir la inmunidad colectiva, ya que involucra a todos los sectores del país y el mundo”, estableció.
La también profesora de Biología explicó que los movimientos antivacuna no son nuevos, pero su convocatoria e impacto ha aumentado por la desinformación a través de las redes sociales.
Además, insistió en que estos grupos utilizan las emociones para movilizar a poblaciones que sienten que su libertad de movimiento está siendo coartada por las políticas del Estado ante la pandemia de COVID-19.
“Sí, las personas tienen derecho sobre sus cuerpos, pero se debe entender la importancia de la vacunación para el bien colectivo”, subrayó González Cotto.
Advierten sobre la descontextualización de la lucha feminista
La doctora Mónica Feliú Mójer, directora de Comunicaciones y Divulgación Científica para Ciencia Puerto Rico (CienciaPR), señaló que los grupos antivacuna tienden a sacar la información de contexto e ignoran todos los aspectos históricos y de justicia social que hay detrás de “mi cuerpo, mi decisión”.
La doctora se refiere a que, históricamente, los gobiernos y las instituciones religiosas más poderosas del mundo produjeron una narrativa sexista sobre el cuerpo de las mujeres y lo que se permitía hacer con ellos como si fueran propiedades del Estado. Los movimientos feministas han defendido los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres y personas gestantes como un asunto de justicia social y salud pública, que también recoge el derecho a la privacidad.
Actualmente, los grupos fundamentalistas desinforman sobre el derecho de las mujeres sobre sus cuerpos mediante legislación para restringir el aborto, persecuciones en las clínicas donde se realizan terminaciones de embarazo seguras, reproducción de estigmas y la violación de derechos humanos de las personas gestantes.
La científica señaló que apropiarse de esta frase para ir en contra de la vacunación es una falta de respeto porque descontextualiza el trasfondo histórico del principio y de la lucha feminista.
Además, Feliú Mójer explicó que otra táctica discursiva de estos grupos antiderechos es utilizar la defensa de otros derechos constitucionales, como la libertad de expresión, para generar polarización en las redes sociales.
“Otra cosa que hacen las personas que buscan desinformar es apelar a nuestras emociones, identidades e ideologías. Convierten el asunto en algo controversial cuando es algo de salud pública. […] No es que las personas sean anticiencia. Es que se ha convertido en un asunto ideológico, y, por eso, es que tienen posturas tan fuertes e inflexibles al respecto. Es difícil llegar a un punto medio, se radicaliza la discusión y tenemos dos extremos”, manifestó quien también dirige Aquí nos cuidamos, un proyecto comunitario y científico de Ciencia PR.
Los movimientos feministas defienden la vacunación
Por su parte, la doctora Yarí Vale Moreno defendió que la vacunación es un acto que afecta al colectivo y que el derecho al aborto es un derecho de las mujeres y todas las personas gestantes. Señaló que los movimientos feministas también defienden la vacunación para controlar el contagio y salvar vidas.
“Me parece totalmente desacertado que los grupos fundamentalistas utilicen nuestro mismo slogan para defender la no vacunación, ya que es incongruente con lo que ellos defienden porque sí, lo que ellos buscan es controlar los cuerpos de las mujeres y las personas gestantes”, criticó la doctora Vale Moreno.
La ginecóloga obstetra reconoció que los grupos antiderechos han recurrido a otros problemas de salud pública para organizarse y generar mayor movilización.
Vale Moreno insistió en que las restricciones y la criminalización del aborto aumentan los abortos clandestinos, como se ha comprobado en otros países en los que es ilegal o está restringido.
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Inequidad en la distribución de la vacuna
Asimismo, la doctora Feliú Mójer argumentó que la desigualdad en la vacunación ha contribuido al surgimiento de variantes del coronavirus. La científica mencionó que naciones racializadas y empobrecidas aún no han recibido ni una sola dosis de la vacuna contra el coronavirus.
“Los países más ricos han acaparado las vacunas. Estos países ya están trabajando en los refuerzos y hay otros que no han recibido ni una sola dosis. Me sigue preocupando esa inequidad en la distribución de la vacuna porque sabemos que poblaciones vulnerables han sido desproporcionadamente afectadas por la pandemia. Lo que hace el COVID-19 es aumentar esas brechas que ya sufren esas comunidades”, detalló Feliú Mójer.
Preocupación por las variantes
La doctora Feliú Mójer indicó que Puerto Rico tiene una de las tasas de vacunación más alta de las jurisdicciones de los Estados Unidos. A pesar de los esfuerzos, aseguró que aún falta la tercera dosis en comunidades vulnerables ante nuevas variantes.
“Hay indicios de que la variante ómicron puede ser más contagiosa y existe mayor preocupación. En general, en Puerto Rico, nos ha ido bien con la vacunación. Una preocupación que siento es la falta de equidad con la que se ha distribuido la vacuna”, advirtió la neurobióloga.
Además, rechazó el mensaje del gobierno federal en poner solo la atención a la vacunación. “Ciertamente, la vacunación es una pieza angular de las respuestas en contra de COVID-19. Es una herramienta crucial, pero no es la única”, agregó.
La doctora Feliú Mójer enfatizó que la vacunación es respaldada por evidencia científica y el no vacunarse tiene consecuencias sobre otras personas que podrían sufrir el contagio y la enfermedad. Señaló que son importantes también las medidas no farmacológicas, como el uso de las mascarillas, el distanciamiento físico, la ventilación, evitar las aglomeraciones, entre otras.
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