Activistas feministas que trabajan con la recopilación de datos de violencia de género reconocieron el adelanto que representa para la visibilización justa de este problema el que la Policía omitiera la categoría de crimen pasional como móvil de asesinato en sus últimos informes. La descripción “crimen pasional ha sido rechazada por décadas como un término machista por apuntar a una justificación para el asesinato de mujeres.
La directora de Kilómetro 0, una organización que documenta la transgresión de derechos humanos en Puerto Rico, Mari Mari Narváez, explicó que distintas coaliciones feministas han llevado el reclamo a las calles durante años.
“Definitivamente, es un gran logro para nosotras. Nosotras estamos en modo de celebración. […] Es un cambio importante para cambiar el lenguaje en general”, puntualizó la profesional.
En el 2019, Mari Narváez formalizó la denuncia del renglón, con su equipo y la organización Proyecto Matria, en una investigación para evidenciar los feminicidios en la isla.
Luego, junto a un análisis de las estadísticas, en el pasado mes de marzo Km0 le envió una carta al director del Instituto de Estadísticas de Puerto Rico (IEPR), Orville Disdier, y al designado comisionado de la Policía, Antonio López Figueroa, para solicitar la eliminación del término de motivos pasionales en los datos de la División de Estadísticas de la Criminalidad del Negociado de la Policía (NPPR).
El análisis consta en la publicación de marzo de la serie Paliques Policiales, en la que Kilómetro 0 discute para la ciudadanía algún aspecto específico de la violencia policial de forma breve, accesible y rigurosa.
Se señaló que la gerencia del Negociado de la Policía se había negado a examinar si los términos que utiliza resultan útiles para describir, explicar y disminuir el fenómeno de la violencia de género, y también se ha negado a evaluar la necesidad de reformular las formas de categorizar, analizar y publicar estadísticas relacionadas a la violencia de género. Esa negativa, lee la publicación, revela el mal mayor, la cultura machista que permea en esa agencia
Al la Uniformada definir como pasión un asesinato por cuestión de género, es una acción machista y retrógrada, aseguró Mari Narváez.
Asimismo, la periodista destacó que la clasificación culpabiliza a las víctimas, porque “la pasión no mata”.
“Desde el aspecto del machismo, es una categoría que se utiliza para justificar unos asesinatos que, definitivamente, la mayoría son en contra de mujeres. […] Eso no es aceptable en una sociedad que quiere erradicar los feminicidios y que quiere erradicar la violencia de género. No es aceptable que una institución, que está a cargo de la seguridad de las mujeres, continuara utilizando una categoría ofensiva”, sostuvo.
Por otro lado, la activista criticó la incomprensión de las cifras de la entidad policial por no contar con criterios básicos estadísticos de precisión.
Estadísticas indescifrables
La analista del Observatorio de Equidad de Género (OEG) Debora Upegui-Hernández coincidió en que hay una imprecisión en los datos policiales.
“Cada vez que llamábamos a la Policía y preguntábamos una definición de qué son los crímenes pasionales y cuáles son los crímenes que se categorizan bajo esa categoría, no nos daban una respuesta válida. Siempre nos decían que no sabían o nos daban respuestas variadas y ninguna concordaba con la otra. Así que, era evidente que no tenían una definición de la categoría o criterios sobre cómo hacían esas clasificaciones”, señaló Upegui-Hernández.
Aunque distinguió la omisión de la clasificación como un progreso, también enfatizó en que la Uniformada no emitió un comunicado oficial o definió los términos que utilizó en los informes, como el de violencia doméstica y el de crímenes de odio.
“No sabemos si en efecto cambiaron o no y eso sigue siendo una problemática en la manera en que no se da información de lo que está ocurriendo, cómo se están dando las decisiones y por qué”, resaltó la profesional.
Añadió que en las cifras actuales aparecen más hombres asesinados como víctimas de violencia doméstica que mujeres, unos datos inentendibles para Upegui-Hernández tras asegurar que “más del 80% al 90%” de los crímenes hogareños son feminicidios.
“Es una cifra irregular y no hay ninguna explicación de qué fue lo que ocurrió y cómo llegaron a esas cifras”, dijo.
La investigadora destacó la importancia de un proceso transparente y de un protocolo estándar para que haya un cambio real.
“Creo que falta una comprensión de para qué se usan las estadísticas y por qué se están pidiendo los indicadores. No es simplemente dar números por darlos, pero dar números que tengan sentido y que puedan significar algo”, concluyó.
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