Una amplia trayectoria en la defensa de las personas sobrevivientes de violencia de género y de trabajo con comunidades de base de fe, experiencia de liderazgo y administración, capacidad de diálogo y consenso, y un compromiso probado por la justicia son algunos de los atributos que líderes de organizaciones que luchan por la equidad destacaron de la designada procuradora de las Mujeres, Vilmarie Rivera Sierra.
De esta manera, quienes conforman la primera línea de defensa contra la violencia machista y trabajan día a día ofreciendo apoyo a sobrevivientes expresaron su apoyo a Rivera Sierra, quien fue designada ayer, domingo, por el gobernador Pedro Pierluisi, para dirigir la Oficina de la Procuradora de las Mujeres (OPM).
“Vilmarie cuenta con la trayectoria necesaria y el conocimiento directo del trabajo que se realiza desde las organizaciones y por eso confiamos en que la OPM estará atravesando cambios positivos y necesarios”, expuso Vilma González Castro, directora ejecutiva de Coordinadora Paz para las Mujeres.
Y es que Rivera Sierra ha dedicado su vida profesional a darle refugio, orientación y apoyo emocional a miles de mujeres y menores en situaciones de violencia doméstica basada en género. Ha dirigido por 18 años el Hogar Nueva Mujer Santa María de la Merced, en Cayey. Además, fundó la Red de Albergues de Violencia de Género y la dirigió por 12 años.
“Esperamos que esta designación sea una oportunidad para trabajar con toda la diversidad de mujeres y problemáticas que enfrentan en su día a día, que más allá del tema de la violencia doméstica-que si bien es cierto debe ser una prioridad- no es el único problema que atravesamos las mujeres”, agregó González Castro.
Recomendación de quienes trabajan día a día contra la violencia machista
La directora ejecutiva de la Casa Protegida Julia de Burgos, Coraly León Morales, también recibió la noticia con satisfacción.
“Hace años no contábamos con un nombramiento a la OPM que contara con el respaldo de las organizaciones feministas que brindan servicios a sobrevivientes en el país”, señaló, pues Rivera Sierra fue una de las dos candidatas que 14 organizaciones feministas recomendaron el año pasado al gobernador para que ocupara el puesto. La otra candidata fue la doctora en psicología social comunitaria Ilia Vázquez Gascot.
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La tarea de recomendar candidatas a la posición está contemplada en la Ley 20 de 2001, que creó la Oficina de la Procuradora de las Mujeres, bajo el gobierno de Sila M. Calderón. Establece que “la Gobernadora o el Gobernador, sin menoscabo de sus prerrogativas constitucionales, podrá solicitar y recibir recomendaciones del sector gubernamental y de los grupos identificados con los derechos de las mujeres y la equidad por género, provenientes del sector no gubernamental sobre posibles candidatas para ocupar el cargo”.
“Este nombramiento es bueno para el país. Tiene sensibilidad, compromiso, conocimientos y experiencia. Viene de las organizaciones y es apoyada por ellas. Vilmarie Rivera Sierra será una gran Procuradora de las Mujeres”, reaccionó por su parte la directora ejecutiva de Proyecto Matria, Amárilis Pagán Jiménez.
Experiencia de trabajo con comunidades de base de fe
La vicepresidenta de la Red de Albergues de Violencia de Género, Lisdel Flores, destacó que la designada cuenta con formación y experiencia en comunidades de base de fe, y que es una voz conciliadora entre distintos grupos.
También, dijo, tiene experiencia probada en el desarrollo de alianzas interagenciales, y con poblaciones de adultos mayores, la niñez y comunidades de la ruralía.
Por su parte, Gloria Vázquez, directora de Casa de la Bondad, comentó sobre Rivera Sierra que, desde su liderato en la Red de Albergues, Rivera Sierra apoyó la fundación de la Red Interamericana de Refugios y Centros de Acogida y asumió la representación del Caribe. En representación de la Red Nacional de Albergues, participó del Comité Prevención Apoyo Rescate y Educación (PARE), creado a partir de la orden ejecutiva que declaró un estado de emergencia por la violencia de género en Puerto Rico en enero de 2021. Desde ese espacio, lideró los trabajos del subcomité de servicios, donde aportó al desarrollo del flujograma dirigido a municipios para la atención de sobrevivientes de violencia de género y protocolos relacionados a los programas de desvío.
Aspiran a una OPM fiscalizadora e independiente
Varias de las líderes subrayaron la importancia de que la OPM retome su rol fiscalizador, según descrito en la ley que dio paso a su creación en 2001.
La Ley 20 creó la OPM como “una entidad jurídica independiente y separada de cualquier otra agencia o entidad pública”. Entre las funciones de la procuradora de las Mujeres, se incluye “atender, investigar, procesar y adjudicar querellas relacionadas con acciones y omisiones que lesionen los derechos de las mujeres, les niegan los beneficios y las oportunidades a que tienen derecho, y afecten los programas de beneficio para las mujeres; y conceder los remedios pertinentes conforme a derecho, así como ordenar acciones correctivas a cualquier persona natural o jurídica, o cualquier agencia que niegue, o entorpezca, viole o perjudique los derechos y beneficios de las mujeres”. Sin embargo, desde que la primera procuradora de las Mujeres, María Dolores Fernós, fenecida, dejó el puesto en 2007, la entidad no ha tenido una procuradora en propiedad que cuente con el apoyo y consejo de las organizaciones que trabajan día a día por adelantar la equidad de género en Puerto Rico.
La esperanza está puesta en Vilmarie Rivera Sierra.
“Reconocemos el arduo trabajo que asumirá Rivera Sierra, donde esperamos que, al ser confirmada al puesto, pueda retornar la OPM a su razón de ser, asumiendo un rol de fiscalización y criterio propio que permita el fortalecimiento de los derechos de las mujeres en toda su diversidad y las alianzas tan necesarias con las organizaciones feministas de servicio. Esto permitiría una respuesta más efectiva ante la violencia de género en el país, que necesitamos con tanta urgencia”, expresó León Morales.
Por su parte, la presidenta de la junta de directoras de la Casa Protegida Julia de Burgos, Olga López Báez, apuntó a la paralización de los trabajos que ha significado contar en los pasados años con procuradoras que han respondido al gobierno que las ha nombrado, como si no fueran funcionarias independientes. “La oficina necesita una transformación profunda”, indicó. Entonces, calificó a Rivera Sierra como la persona idónea para retomar las tareas de fiscalización, protección y ampliación de los derechos de las mujeres, así como retomar las alianzas con las organizaciones feministas de base comunitaria.
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Tanto López Báez como León Morales recordaron que la OPM no solo es responsable de fortalecer la respuesta del país en torno a la violencia de género, sino que debe poder atender aspectos relacionados a la vida de las mujeres en toda su diversidad, y retomar trabajos que tienen que ver con aspectos de derechos laborales, derechos sexuales y reproductivos, la protección de los derechos de las mujeres trans y quienes viven fuera de la heteronorma, las mujeres inmigrantes, el acceso a vivienda digna, entre otras.
“Una procuradora de todas las mujeres es una procuradora que puede reconocer la diversidad de formas de ser de las mujeres y quien respeta y defiende el derecho de que las mujeres en toda su diversidad existan, ocupen espacios y vivan vidas dignas”, coincidieron ambas portavoces por escrito.
“Estamos esperanzadas en que la OPM regrese a ser un ente fiscalizador hacia el gobierno y un espacio de integración con las organizaciones y movimientos feministas del país”, puntualizó, por su parte, la directora ejecutiva de Coordinadora Paz para las Mujeres.