Desde que la gobernadora Wanda Vázquez Garced ordenó el distanciamiento social y el toque de queda para reducir los contagios de COVID-19, el 15 de marzo, se han reportado más de 565 querellas por violación a la Ley para la Prevención e Intervención con la Violencia Doméstica (Ley 54) en la Policía.
Ante este panorama, la Red por los Derechos de la Niñez y la Juventud realizó un webinar para que jóvenes de distintos pueblos discutieran entre sí cómo la violencia de género les ha afectado directa e indirectamente.
El panel estuvo compuesto por María Geigel Méndez, de 14 años (Culebra); Gabriela Rojas Bowe, de 15 años (San Juan); Joelianys Vázquez Colón, de 16 años (Toa Alta); Gabriela Valentín Cardona, de 18 años (Moca); y Deborah Soler Crespo, de 19 años (Aguada).
“La violencia de género es una conducta cultural, que nace desde el patriarcado e inculca el poder al hombre, y ya es momento de romper este estigma cultural”, expresó Soler Crespo.
Las participantes reflexionaron sobre cómo les ha afectado directamente la violencia de género en su cotidianidad.
“Las niñas van creciendo con el miedo de que les griten nombres en la calle”, comentó, por su parte, Geigel Méndez.
Similarmente, Valentín Cardona añadió que “(la violencia de género) nos afecta, con el miedo que nos crea, el no salir para la calle porque me da miedo lo que me pueda pasar. Aunque no hayamos pasado por violencia de género, tenemos miedo de que nos vaya a suceder”.
Líderes de organizaciones que defienden los derechos humanos y que dan servicios han alertado sobre el posible aumento de víctimas de violencia de género como consecuencia del distanciamiento social, porque muchas mujeres están bajo el mismo techo con su agresor.
Lee también: Violencia de género: la emergencia que el gobierno ignora
Ante el posible aumento de incidentes como consecuencia de la medida por el COVID-19, Rojas Bowe instó a las víctimas a moverse de lugar.
“No te puedes quedar en tu casa si estás sufriendo violencia de género”, dijo la joven, de 15 años.
Soler Crespo trajo a colación que las mujeres no tienen espacios de ayuda al estar encerradas en el hogar.
“Ya no pueden salir con sus amigas, ni ir al supermercado, normalmente, no tienen cómo escapar de sus casas”, expresó Soler Crespo.
De igual manera, criticó al gobierno por “no hacer nada al respecto”.
“La gobernadora no ha hecho nada concreto para solucionar esto, y es algo que todos sabemos que está pasando”, añadió la estudiante universitaria, de 19 años.
Las jóvenes comentaron cómo la violencia de género puede ser la nueva pandemia, en Puerto Rico, y exigieron a la actual administración que se declare un estado de emergencia. Desde noviembre de 2018, las mujeres y organizaciones están solicitando esta petición por la situación de violencia de género en el país.
“Al no declarar un estado de emergencia, estamos minimizando el asunto”, resaltó Rojas Bowe.
Resaltaron, además, la importancia de que los padres mantengan una comunicación abierta con sus hijos.
“Se debe crear confianza para que el niño tenga la libertad de decirle las cosas a los padres y, a la vez, educar”, expresó, por su parte, Vázquez Colón.
Coincidieron en que la mejor manera para erradicar la violencia de género es mediante la educación.
La Red por los Derechos de la Niñez y la Juventud promueve la construcción de un movimiento social y cultural para que los niños, niñas y jóvenes conozcan, ejerzan y disfruten sus derechos.