(Ilustración por Michelle Dersdepanian)
El Observatorio de Equidad de Género ha identificado que la subrepresentación de los feminicidios en lo que va de año en Puerto Rico por parte de la Policía se debe principalmente a que la agencia reconoce como asesinato por razón de género únicamente aquellas muertes relacionadas con violencia doméstica.
“En Puerto Rico se ha usado el término de ‘feminicidio’ para referirse a las muertes por violencia dentro de una relación íntima en la que la expareja o la pareja de la mujer es la que comete la violación o agresión”, explicó ayer la analista de la entidad Débora Upegui-Hernández en el conversatorio Digamos sus nombres. Definir y contar los feminicidios para procurar justicia, gestionado por el medio digital de periodismo feminista Todas.
Sin embargo, Upegui-Hernández aclaró que la violencia de género es más abarcadora debido a que puede ocurrir por parte de personas desconocidas. El problema del manejo de datos inicia cuando los asesinatos por violencia de género no caen bajo violencia doméstica al no considerarse en las cifras oficiales de violencia contra la mujer, y esos números se “pierden” debido a que permanecen bajo la categoría de investigación.
El observatorio ha identificado 40 feminicidios en lo que va de año, contrario a los nueve que ha reportado la Policía de Puerto Rico como resultado de violencia de género.
Ante el problema, la analista aclaró que la organización utiliza las definiciones de “feminicidio” consensuadas por diferentes países y que emplea el Modelo de protocolo latinoamericano para la investigación de muertes violentas de mujeres, desarrollado por las Naciones Unidas en la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
“Nosotros estamos tratando de atemperarnos un poco a lo que se está dando en otras partes del mundo, y en Latinoamérica, sobre cómo ha avanzado el tema de la violencia de género contra la mujer y contra las personas de la comunidad LGBTQI+”, detalló Upegui-Hernández.
Aun antes de que se generara el trabajo del Observatorio, un estudio publicado el año pasado titulado La persistencia de la indolencia: feminicidios en Puerto Rico 2014-2018, realizado entre Proyecto Matria y Kilómetro Cero, con el apoyo de Oxfam América, concluyó que, por año, la Policía informó de 11% a 27% menos mujeres asesinadas que los resultados de esta investigación.
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Definiendo el “feminicidio”
La definición de “feminicidio” que utiliza el Observatorio es la siguiente: la muerte violenta de mujeres por razones de género, ocurrido entre familiares, en el hogar, en la comunidad o en cualquier otra relación interpersonal, así como perpetrada o tolerada por el Estado y sus agencias.
Esta interpretación incluye “otras muertes violentas que de una u otra manera están apuntando a la vulnerabilidad de la mujer por razón de ser mujer, porque se considera el sexo femenino como inferior, subordinado a los hombres que sienten que tienen posesión sobre su cuerpo como un objeto”, condiciones que no considera la Policía local, indicó la analista.
Adecuado a la razón de los hechos, esta definición se subdivide en dos categorías principales: directo, en que el propósito principal era matar a la mujer; e indirecto, situación en que la mujer no era la víctima original, pero pierde la vida por estar en el mismo espacio con el agresor.
En feminicidios directos se encuentran los feminicidios íntimos, que ocurren por una persona que la mujer conoce; no íntimos, que resulta de una relación no consensuada con una persona que la mujer no conoce; familiares, en que la persona que comete la violencia tiene una relación filial, aunque no sea sanguínea; transfeminicidio, resultado de la vulnerabilidad de personas trans por transgredir los roles sociales; bajo investigación, categoría más grande que reúne los casos en que no se tiene suficiente información sobre los hechos; entre otras subcategorías que aún evalúan.
Invisibilizados los transfeminicidios
Durante la transmisión en vivo mediante la red social Facebook de este medio, Upegui-Hernández prestó especial atención a los transfeminicidios debido a que son casos que la Policía no incluye como aquellos causados por la violencia de género.
La también doctora en sicología añadió que “se entiende que a estas personas se les debe atender por el género que ellas deciden”, a diferencia de la práctica usual de los agentes que utilizan la información disponible en registro demográfico o en su identificación, sin considerar los protocolos sobre el trato adecuado hacia personas trans.
La organización sin fines de lucro es una colaboración entre organizaciones feministas aliadas, que inició el pasado mes de febrero para generar estadísticas más precisas sobre los feminicidios en la isla.
“La importancia de las estadísticas, de los números claros, y de nombrar a las víctimas surge porque estábamos viendo, a través de los años, (…) que no estaban claros esos números que se presentaban en las estadísticas de la Policía y de otras agencias responsables”, detalló, por su parte, Irma Lugo Nazario, coordinadora del Observatorio.
¿Y la responsabilidad del Estado?
Las denuncias de organizaciones feministas, incluso mediante la exigencia de un estado de emergencia, han sido en parte por la falta de implementación adecuada de los protocolos para el manejo de la violencia de género.
“La Policía de Puerto Rico está bajo una reforma. Desde el 2015, ellos tienen un protocolo que trabaja cómo la Policía debe intervenir en estos casos. Lo importante aquí es que pueden tener todos los protocolos, pero si la gerencia no asume la responsabilidad de adiestrar a su personal, (los agentes) van a seguir interviniendo en casos y no estarán desarrollando las investigaciones como deben”, explicó Lugo Nazario.
Añadió que el protocolo y guías internacionales que utilizan han sido empleadas en México, Guatemala, Colombia y Argentina como herramienta para exigir a los gobiernos a que se protejan los derechos humanos de las mujeres y niñas.
Los entes que las portavoces identificaron que tienen especial responsabilidad de responder al problema de violencia de género en el archipiélago son la Oficina de la Procuradora de las Mujeres, la Policía y la Legislatura mediante la actualización de los reglamentos y leyes existentes así como asegurar su cumplimiento.
La coalición de organizaciones feministas y derechos humanos la conforman Kilómetro Cero, Proyecto Matria, Todas, Coordinadora Paz para la Mujer, InterMujeres PR, Organización Puertorriqueña de la Mujer Trabajadora, Taller Salud y Seguimiento de Casos.